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Los juegos al aire libre son atemporales y muy necesarios. De hecho, promueven el desarrollo integral de los niños y fomentan el descubrimiento del entorno. De este modo, podemos disfrutar en familia de agradables momentos en contacto con la naturaleza, así quevamos a explicarte qué juguetes son apropiados para los espacios abiertos y cuáles son sus beneficios.


Tipos de juguetes para jugar al aire libre


El catálogo de opciones es muy variado. Existen juguetes específicamente diseñados para utilizar en la playa durante el verano. Otros nos sirven para transmitir a los niños el amor por la naturaleza. Por ejemplo, una regadera es un regalo práctico que transmite valores positivos.

Los niños no solo juegan al aire libre, sino que también realizan ejercicio físico y algunos juguetes tienen esta finalidad: una cuerda para saltar, un patinete, una cometa y otros artículos deportivos son ideales para potenciar el movimiento corporal.

Por otro lado, no podemos olvidar que las familias sienten un interés especial por aquellos juegos tradicionales que han pasado de generación en generación. Existen muchas propuestas de entretenimiento que se disfrutan al aire libre: Las canicas, la peonza, los bolos, el yoyo o la clásica pelota encantan a los niños y traen buenos recuerdos a los adultos.

Algunos artículos sirven para investigar el entorno. De este modo, los pequeños de la casa se convierten en auténticos exploradores: unos prismáticos, una brújula, una carretilla o una lupa son recursos prácticos para jugar.


¿Qué beneficios ofrece a los niños pasar tiempo al aire libre?


Jugar al aire libre estimula los sentidos y proporciona un gran número de sensaciones. La interacción en espacios abiertos, por ejemplo, es clave para cuidar la salud visual. Así, el niño puede fijarse en detalles que se encuentran lejos y que no están condicionados por una pantalla.

Ten en cuenta que el contacto con lo natural aporta un desarrollo integral, pues alimenta la curiosidad, la creatividad, la afectividad y el bienestar. Los juegos en espacios abiertos son esenciales para reducir el tiempo de uso de la tecnología. Además, previenen el estrés infantil y fortalecen el descanso.

Por otro lado, explorar el entorno es positivo para aprender a amarlo y cuidarlo. En consecuencia, el juego se convierte en un medio pedagógico para transmitir valores sobre reciclaje, sostenibilidad y protección de la naturaleza.

Como sabes, los juegos unen a toda la familia y son perfectos para jugar en grupo. Por ello, el niño no solo establece una relación amable con el medio ambiente, también ejercita sus habilidades sociales y la empatía. Los juegos al aire libre siempre son recomendables.
 

Beneficios de los juegos que fomentan el movimiento


Estos juguetes aportan bienestar físico y emocional. Las dinámicas que se disfrutan al aire libre están acompañadas por emociones agradables y brindan ilusión, motivación y alegría.

También fomentan el ejercicio físico y el desarrollo intelectual. Por lo tanto, son beneficiosos desde un punto de vista integral. Son ideales para adoptar un estilo de vida activo y prevenir así el sedentarismo. El movimiento corporal, por otra parte, es clave para mejorar la coordinación y el equilibrio.

Por medio del movimiento, el niño descubre sus capacidades e identifica sus límites. Finalmente, los juegos realizados en la naturaleza fortalecen la autoestima infantil. Ten en cuenta que el niño o niña no sólo explora el entorno, también se conoce mejor y experimenta una evolución personal.

En definitiva, los juegos al aire libre son muy recomendables para los niños, ya que ofrecen una fuente de entretenimiento habitual, fomentan un estilo de vida saludable y favorecen el desarrollo psicosocial de los pequeños.