Dideco

Los juegos magnéticos son idóneos para las primeras edades del niño, ya que aportan importantes beneficios para el desarrollo psicomotor y cognitivo mediante un sistema de cambio en la forma y el tamaño de las piezas, de manera que, además, se adaptan a las diferentes necesidades que surgen a lo largo de las etapas iniciales de la vida. Es una forma de entretenimiento que utiliza los imanes como eje para un amplio abanico de posibilidades. El público infantil tiene acceso a juegos magnéticos muy variados y encuentran en ellos una ventana a la curiosidad. La facilidad de su transporte posibilita que sean juguetes muy útiles tanto para entretenerse en casa como para ir de viaje. 
Los beneficios de este modelo de diversión infantil también se aprecian en sus altas posibilidades desde el punto de vista del aprendizaje. Los pequeños pueden aprender nociones de matemáticas, coordinación, concentración, imaginación, cálculo mental y motricidad, entre otras cualidades que irán desarrollando a lo largo de su vida y cuyo aprendizaje temprano les supone de una enorme utilidad para un crecimiento sano. El juego magnético es una vía muy funcional, pues a través de la diversión directa se puede entrar en un canal didáctico que despierta todos sus sentidos. Los juguetes magnéticos son, por tanto, modelos educativos que contribuyen al desarrollo del niño. 

Diversión y educación para un grupo muy amplio

La fórmula de esta función didáctica se encuentra en la aplicación de elementos de diversión que abren paso hacia el descubrimiento y el auto-aprendizaje de conceptos fundamentales. El jardín o el autobús de los números magnéticos, puzzles de diferentes temáticas, una granja magnética o libros son algunos ejemplos de los juguetes magnéticos que abren paso a un crecimiento mental y motor temprano por parte del bebé. 
Los padres y madres encuentran una notable pluralidad de marcas que han desarrollado este modelo de diversión: Apli, Djeco, Fiesta, Geomag, Guidecraft, Janod, The Purple Cow o Vilac, entre otras, han apostado por este estilo educativo y lúdico que tiene como objetivo a un amplio grupo de público. Estos productos se dirigen, principalmente, a grupos de hasta 9 años de edad, incluso algún juguete no tiene edad límite. Los precios son coherentes, con una buena relación calidad-precio, pues los juguetes son muy especiales y de fabricación europea, que garantizan un respetuoso cuidado por el medio ambiente en sus materiales y proceso de fabricación. 

Proximidad

Este arquetipo de entretenimiento, que pone el acento en la educación, se basa en una relación de proximidad entre el juguete y el niño, pues han sido desarrollados para que ambos encuentren rápidamente su punto de convergencia. La sensación de tener este producto en casa resulta muy positiva. El niño aumenta su dosis de ilusión cada vez que se acerca a él, ya que está desarrollado para ofrecer un nuevo aprendizaje en cada momento. Promueve, asimismo, el juego en familia y la socialización de los más pequeños de la casa.