Dideco

Cuando se acercan los días largos y el sol brilla en el cielo, sentimos que llega el momento de disfrutar del juego al aire libre... ¡pero no solo jugamos en la calle y en la naturaleza cuando hace buen tiempo! Con ganas de participar y pasarlo bien, podemos disfrutar de momentos inolvidables con nieve o pisar charcos y correr bajo la lluvia.
 
Jugar al aire libre estimula la creatividad, al tener que investigar su entorno, descubrir lo que les rodea e improvisar juegos; fomenta la sociabilización con otros niños y niñas y así pueden hacer nuevos amigos, experimentan a través de los cinco sentidos con las texturas y olores que encontrarán en la naturaleza o en la ciudad; y ofrece la posibilidad de hacer ejercicio físico, imprescindible a cualquier edad, ya que mantiene despierta nuestra mente y reflejos. Saltar, trepar, correr, ¡y jugar!
 
Una tarde con juegos de aire libre es una tarde sin horas de pantalla, en cuyas horas aprendemos sobre nosotros mismos y sobre los demás, ¡sin reglas! Descubre animales, plantas y árboles. Haz nuevos amigos, y comparte grandes momentos y actividades en familia.